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lunes, 21 de diciembre de 2009

Escombros que valen una fortuna, Galicia




·         GALICIA

'Escombros' que valen una fortuna

La grava –balasto– que sujeta las vías del AVE Ourense-Santiago cuesta 23 millones

Hay pequeñas cosas que no cuestan dinero y pequeñas cosas que cuestan millones. Lo que para muchos son simples cascotes, poco más que escombros, se llama balasto para los técnicos ferroviarios. Son las piedrecitas que se esparcen entre las vías, pero no son cualquier piedrecita. Deben tener una composición mineral específica y un tamaño adecuado para cumplir sus múltiples funciones: sujetan los rieles y las traviesas, contribuyen a distribuir la presión que ejercen los trenes sobre el terreno y facilitan el drenaje del agua.

Esas características hacen que el balasto, simples piedras, cueste una fortuna. Solo para cubrir con esas piedras la nueva línea de AVE en construcción entre Ourense y Santiago, visitada ayer por Blanco, será necesario un gasto ya confirmado de 23 millones de euros. Pero, además, el gasto no se produce solo cuando se construye una línea.

El mantenimiento, la reposición de esas piedras que se van perdiendo con el paso del tiempo, supondrá un coste en toda España de 155 millones de euros entre los años 2010 y 2012 en un contrato que acaba de licitar el Gobierno. En ese periodo, las líneas férreas gallegas se abastecerán de balasto gracias a dos canteras ubicadas en O Barco (Cuarcitas San Clodio) y Silleda (Minas de Bandeira), que facturarán 5,6 y 7 millones de euros respectivamente de los 155 millones totales. Son canteras, además, que deben cumplir con los requisitos ambientales que fija Adif, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias, a sus proveedores y que exigen la existencia de planes de restauración paisajística para cuando dejen de ser utilizadas.

Y es que el balasto es el principal elemento consumible que se emplea en el mantenimiento de las vías de tren, alcanzando el 93% de todo el material que se emplea en conservación. Así, en 2008 Adif empleó 1,7 millones de toneladas de balasto, que ocuparon un volumen total de 625.000 metros cúbicos, algo más que el año anterior. Esto es, el balasto que consumen las vías de tren de España en dos años rebosaría la capacidad del estadio Santiago Bernabeu, calculada en un millón de metros cúbicos.

Como comparación, frente a los 1,7 millones de toneladas de piedra, Adif solo empleó el año pasado 90.000 toneladas de traviesas de hormigón o 24.000 toneladas de carriles metálicos.

La piedra se lleva usando en las vías casi desde la invención del ferrocarril, y así seguirá, aunque en algunos puntos, como los túneles, se estén introduciendo en los últimos años –el Eje Atlántico gallego fue el primero de España– plataformas continuas de hormigón. En los subterráneos, donde no llueve y el balasto no tiene que cumplir esa función drenante, la plataforma continua resulta más fácil de mantener, más segura a la hora de acceder con otros vehículos de ruedas al interior de los túneles en caso de emergencia y menos ruidosa a altas velocidades.



Toneladas de historia industrial recuperada para el museo, Puerto de Sagunto, Valencia.

http://secure-uk.imrworldwide.com/cgi-bin/m?ci=es-vocento&cg=0&cc=1

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Toneladas de historia industrial


20.12.09 - 02:09 -


MARINA COSTA | SAGUNTO.



Vagonetas de mil kilos cada una utilizadas a inicios del siglo XX para transportar mineral regresan a fábrica

Rescatan piezas de la siderurgia de Puerto de Sagunto para el nuevo museo

Una búsqueda y captura de peso. El rastreo de piezas industriales de grandes dimensiones, para completar el paseo arqueológico y el futuro museo de la siderurgia de Puerto de Sagunto, ha recuperado tres muestras históricas de gran valor.

La primera son las tolvas que transportaban el mineral de la Compañía Minera de Sierra Menera hasta los Altos Hornos. Se trata de piezas de «mil toneladas de peso cada una que localizamos en una campa de Torrent y que Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana nos ha donado», según explica Juan Vicente Beltrán, presidente de la Fundación de la Comunidad Valenciana de Patrimonio Industrial de Sagunto.

Las piezas datan de 1907 y son unos ejemplos «magníficos de aquella época y de cómo se trabajaba el mineral a comienzos del siglo XX. Son del máximo interés para la historia local e industrial de Puerto de Sagunto».

Otro testigo que volverá a formar parte de fábrica es la lancha motora Virgen de Begoña que realizó el servicio de Altos Hornos. Recogía «a los capitanes que realizaban el traslado hasta el puerto, así como para toda la marinería de los barcos que entraban para traer o extraer el material».

Esta nave de diez metros de eslora, aproximadamente, «ha sido donada por Ferruses y aunque dejó de utilizarse hace relativamente poco, lo cierto es que tiene un importante valor sentimental y marítimo que ahora se va a recuperar».

El tercer apartado de readquisición se centra en archivos documentales personales que José María Adán García ha donado a la fundación para su análisis y estudio.

El que fuera jefe de los Servicios Jurídicos y Sociales de Altos Hornos del Mediterráneo, S.A. entre los años 1959 y 1997 ha cedido documentación «inédita de muchísimo valor para los historiadores e investigadores».

Estos archivos recogen actas del jurado de empresa, datos del puerto marítimo, expedientes de regulación de empleo y documentación jurídica relacionada con AHV-Fábrica de Sagunto, entre otros datos del pasado siglo.

La recuperación de piezas ya ha engrosado los fondos del museo con más de 10.000 muestras industriales y máquinas de gran tonelaje rescatadas tras la desaparición de la antigua factoría. Todas ellas se custodian ahora en las instalaciones de Arcelor Mittal Sagunto a la espera de que se construya el museo en la antigua nave de efectos y repuestos y el paseo arqueológico visitable que unirá este edificio con el último Alto Horno que se conserva.

Locomotoras a vapor

Un camión de bomberos de los años cuarenta, más de 3.000 moldes de madera, vagonetas de mineral, cascos, las bicicletas que llevaron a los obreros hasta fábrica, locomotoras a vapor de los años veinte y enormes moles de hierro de hasta 24 toneladas de peso aguardan su salida a escena para contar lo que se cocinó en la antigua siderurgia de Sagunto durante prácticamente un siglo.

El desmantelamiento de fábrica en los años ochenta destruyó numerosas piezas, otras quedaron olvidadas y al alcance de los vándalos o el óxido y el resto se esparció por todo el territorio nacional.

Durante este año se han recuperado dos enormes fondos de cuchara, fruto de los depósitos en los que se alojaba el mineral fundido, y una campana calefactora para horno industrial de 12 toneladas que ha cedido Arcelor.

Además de las obras de rehabilitación que se están acometiendo en la nave de efectos y repuestos, el Ayuntamiento de Sagunto está a punto de cerrar la compra de una antigua vivienda obrera. Esta adquisición permitirá trasladar a los visitantes hasta los años veinte para conocer «cómo vivía un trabajador de fábrica y su familia. La idea es conservar todos los elementos originales, con su mobiliario y su cocina», según el edil Sergio Paz.

El resto de piezas de gran tamaño se instalarán al aire libre para convertirse en un paseo arqueológico turístico «único en la Comunitat Valenciana».